Una resolución en este sentido fue adoptada sin votación, al término de una sesión extraordinaria de los 47 Estados miembros del CDH, organizada a petición de la Unión Europea (UE) y del Reino Unido.
China y Rusia, apoyos tradicionales del ejército birmano, no se sumaron al consenso, tampoco se sumaron a la condena de los golpistas Venezuela y Bolivia.
Durante el debate, la ONU anunció que seguía de cerca la situación de “más de 350 responsables políticos, representantes del Estado, activistas y miembros de la sociedad civil como periodistas, monjes y estudiantes, que están detenidos” desde el golpe de Estado perpetrado el 1 de febrero.
El texto adoptado el viernes por el CDH “pide urgentemente la liberación inmediata y sin condiciones de todas las personas detenidas arbitrariamente, incluyendo a la consejera de Estado Aung San Suu Kyi y al presidente Win Myint (…) así como el levantamiento del estado de emergencia” .
Y se exige la “restauración del gobierno electo”.